- Aprueba 18 dictámenes de la agenda legislativa pendiente.
- Luz verde a la ley contra narcomenudeo.
- Preparan la clausura de sesiones ordinarias.
En lo que se acercaba más a una película de ciencia ficción, por la cantidad de dictámenes aprobados y por las medidas sanitarias ante la emergencia epidemiológica, en una sesión aséptica, el Senado de la República desahogó gran parte de la agenda legislativa pendiente.
No se trataba ni de una guerra bacteriológica ni de un ensayo de ataque terrorista con armas biológicas, sólo fue una asamblea atípica en la que la mayoría de los senadores se sujetó a las normas de seguridad y sanidad puestas en marcha por cuadrillas de médicos y personal de resguardo, para el desarrollo de los trabajos parlamentarios.
En su mayoría, los legisladores llegaron a la antigua casona de Xicoténcatl ataviados con cubrebocas para ser partícipes de la productiva penúltima sesión del periodo ordinario. Los menos, como el líder de los senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones, decidieron enfrentar la crisis sanitaria sin protección alguna.
Tras desinfectarse las manos con un gel antibacterial y llenar un cuestionario con seis preguntas -referentes a si habían tenido algún padecimiento relacionado con la influenza porcina, como fiebre alta, dolor muscular o estornudos-, a los senadores les fue colocado un pegote con el visto bueno de las autoridades sanitarias, para luego subir a un desolado salón de plenos.
El pleno de la Cámara alta lucía semivacío cuando el presidente de la Mesa Directiva, Gustavo Madero Muñoz, sonó la campanilla para declarar el inicio de la sesión. El quórum apenas alcanzaba el mínimo requerido y el líder de los senadores del PT, Ricardo Monreal, realizó un último intento para suspender la asamblea y declarar la clausura del periodo.
"¿Qué diferencia hay entre un salón de clases, un cine o incluso un antro con lo que pasa aquí?", preguntó el legislador zacatecano, quien recibió respuestas de priistas y perredistas.
El senador del partido del sol azteca Pablo Gómez Álvarez manifestó que "en las epidemias y en las guerras los poderes públicos no pueden entrar en receso", mientras que el tricolor Francisco Arroyo Vieyra subrayó que "en estos momentos delicados es importante cumplir con nuestra responsabilidad constitucional".
Ya con el camino allanado, los senadores arrancaron formalmente una asamblea que se prolongó por seis horas y media, dándole trámite en cascada a 18 dictámenes, dos de éstos de los compromisos asumidos en los foros anticrisis (banca de desarrollo y empresas outsourcing), así como a las reformas sobre Salarios Máximos y narcomenudeo.
Se dispensaron trámites de primera y segunda lectura, se compactaron posicionamientos, se evitó el debate lo más que se pudo, para no correr riesgos, pero avanzada la sesión la mayoría de los senadores ya tenía el cubrebocas sobre el cuello o abandonado en su curul.
También se aprobó la planilla de senadores que a partir del miércoles 6 de mayo formarán la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, en donde destacan los líderes de los senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones Rivera, y del PAN, Gustavo Madero.
Elecciones tocan la puerta
También quedó en el aire la posibilidad de llamar a un periodo extra, una vez que la Cámara de Diputados "quedará a deber" con el envío de minutas, aunque además se dejaron ver los primeros síntomas de la fiebre electoral que aqueja a todas las fuerzas políticas.
Mientras los senadores del PVEM negaban que este instituto político estaba cometiendo faltas electorales por las grabaciones telefónicas de ese partido que dan a conocer las medidas de higiene en esta fase de contingencia, y en las que de paso se hizo proselitismo, Beltrones Rivera calificaba de "lamentable" que diputados del PAN hayan portado en la sesión de ayer, en San Lázaro, cubrebocas con el logotipo del albiazul, con la clara intención de "sacar raja política de una desgracia". |
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario